Medjugorje, en Bosnia, se ha convertido últimamente en uno
de los grandes lugares de peregrinación en Europa. Y todo ello debido a las
sorprendentes apariciones marianas que se produjeron aquí. El día del solsticio
de verano de 1981 seis niños vieron la figura de una mujer flotando en la
pequeña colina de este pueblo ex yugoslavo. La mujer llevaba en brazos un bebé
recién nacido.
Los niños huyeron del miedo, pero al día siguiente, 25 de
junio, la mujer apareció de nuevo en el mismo lugar, esta vez sola. Los niños,
de manera cauta, se acercaron a la imagen y comenzaron a hablar con ella. Hoy
en día el contenido de aquella conversación no se conoce. La imagen, como
habréis podido ya imaginar, se trataba de la Virgen María. Llevaba un vestido
de color gris claro con un velo blanco. Tenía los ojos azules y una corona de
doce puntas terminadas en estrellas.
Un día más tarde la Virgen María se apareció de nuevo, pero
sólo a uno de los niños, y le dijo estas palabras en yugoslavo: “Mir… mir…
mir…”, que significa “la paz”. Exactamente diez años más tarde, el 26 de junio
de 1991, estalló la guerra en Yugoslavia. ¿Mera coincidencia?…
La guerra devastaba un lugar y otro de Yugoslavia, pero
Medjugorje poseía una extraña suerte que la libraba de todas las atrocidades.
Ni siquiera se disparó en ella una sola bala. Mientras tanto, con el telón de
fondo de la guerra, las extrañas circunstancias de esta pequeña población
comenzaron a llegar a todas las partes del mundo.
Misteriosas imágenes y otros fenómenos milagrosos se
sucedieron en Medjugorje. En más de una ocasión se han podido observar
fotografías hechas en la ciudad o en sus alrededores, y, al ser reveladas más
tarde, aparecía en ellas la imagen de la Virgen María. En muchos casos se ha
podido comprobar que eran falsas, pero en otras ha sido imposible dar una
explicación.
Desde entonces, numerosas personas de Medjugorje han hablado
de recuperaciones y curaciones milagrosas. Los enfermos que sanaban eran
examinados médicamente, y en la mayoría de los casos no se ha podido dar una
explicación científica ni médica.
No sabremos nunca con exactitud qué es lo que ocurrió en las
colinas de Medjugorje aquella tarde de junio de 1981. Lo que sí está claro, y
está comprobado históricamente, es que la ciudad no sufrió en ningún momento la
devastación que asoló Yugoslavia en la década de los ‘90.
Sorprendente o no, algo o alguien hizo que Medjugorge no
viera siquiera en sus calles ni una sola muestra de peligro.







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