Era el 20 de julio de 1969. Aquel día, a las 22 horas y 56
minutos y 20 segundos, la nave espacial Eagle acababa de aterrizar en el Mar de
la Tranquilidad, en la Luna. La llegada del hombre a la Luna se convirtió en un
hito histórico en el avance científico del Mundo, tan importante que supuso
toda una carrera espacial que mantuvo enfrentados a las dos grandes potencias
mundiales de aquellos años: Estados Unidos y la Unión Soviética.
Y es precisamente esta carrera espacial el principal motivo
que esgrimen los incrédulos para decir que aquel alunizaje, y todas las
misiones espaciales Apolo fueron un completo fraude, el mayor del siglo XX. En
aquel enfretamiento norteamericano-soviético, el primero en llegar a la Luna
conseguiría un logro sin precedentes; supondría un severo golpe para el
derrotado, quien perdería todo el sentido de las inversiones realizadas hasta
ese momento en las misiones espaciales, y, desgraciadamente para la Nasa, los
soviéticos les habían cogido la delantera. Además, el programa espacial Apolo
había sufrido un severo varapalo dos años antes con el desastre del Apolo I.
Pero tal consistencia han tomado los rumores y las teorías
de conspiración de los que piensan que no se llegó a pisar la Luna y que ésta
permanece virgen, que la Nasa decidió gastar 15.000 dólares en demostrar que
todo cuanto ocurrió en aquellos años fue verdadero. Y es que desde eminentes
científicos, a profesores de Astronomía, escritores y fotógrafos se han lanzado
a rebatir cuantas pruebas y fotos hay de aquella hazaña, e incluso la Fox
emitió un programa de televisión en el que se cuestionaba cada una de las
fotografías que mandaron desde el Apolo.







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